Las enfermedades neurodegenerativas tienen su origen en la muerte de las neuronas en diferentes partes del cerebro, ocasionando fallas en diversas funciones. No siempre son fáciles de identificar, pero nuestros especialistas con amplia experiencia pueden ayudarte a hacerlo.
Algunas de las funciones que se ven afectadas por enfermedades neurodegenerativas pueden ser el equilibrio, movimiento, habla, respiración, funciones del corazón, así como emociones, toma de decisiones, memoria y percepción del entorno, entre otros.
Estos padecimientos pueden ser genéticos, o tener su origen en circunstancias como el alcoholismo, un tumor o un accidente cerebrovascular, e incluso virus y sustancias químicas.
Algunas de las enfermedades neurodegenerativas más conocidas son:
- Alzheimer
- Esclerosis lateral amiotrófica
- Esclerosis múltiple
- Parkinson
- Atrofia muscular espinal
Sin embargo, no son las únicas, y cada una requiere ser tratada por un especialista para evitar o frenar, en la medida de lo posible, el deterioro de la calidad de vida del paciente y su familia.
¿Cómo está funcionando tu cerebro? Seguimos normas internacionales establecidas para mayor precisión en estudios y diagnóstico, porque sabemos que es muy importante saber con certeza qué te sucede.
Existen estudios para saber en qué parte de tu sistema nervioso se origina tu padecimiento. Esto facilita un tratamiento adecuado, que te permita una buena calidad de vida en el corto, mediano y largo plazo.
- Electroencefalografía: desde un electroencefalograma convencional hasta un vídeo electroencefalograma. Es posible realizar estos estudios a pacientes críticamente enfermos, en estado de coma, con sospecha de muerte cerebral, crisis convulsiva o epilepsia.
- Potenciales Evocados Somatosensoriales (PESS): éstos muestran la conducción del nervio periférico desde las extremidades (brazos o piernas) a través de la médula espinal, y cómo llegan los estímulos hasta el cerebro.
- Potenciales Evocados Visuales (PEV): los PEV ayudan a ubicar la lesión en enfermedades como esclerosis múltiple, tumores cerebrales, problemas de retina o de hipófisis, entre otros.
- Potenciales Evocados Auditivos (PEA): nos ayudan a diagnosticar a pacientes con problemas auditivos, ya que ayudan a establecer el umbral auditivo.
- Neuroconducción o velocidad de conducción nerviosa: este estudio es de gran utilidad para diagnosticar y tratar a pacientes que han desarrollado neuropatía diabética, o aquéllos con dolor en muñecas (síndrome de túnel del carpo).
También permite apoyar el tratamiento de pacientes con hormigueo o falta de sensibilidad en las piernas o brazos con polineuropatía, así como pacientes con dolor lumbar o de espalda baja, o con dolor cervical por lesión vertebral, de disco o de una raíz nerviosa.
- Respuesta simpática de la piel
- Estudios de nervios craneales como velocidad de conducción del nervio facial
- Reflejo de parpadeo
- Estudios de larga latencia como onda F y reflejo H.
- Ultrasonido doppler transcraneales: es un método no invasivo para determinar el flujo sanguíneo en las arterias del cerebro, sin contraste ni rayos x. Es útil en pacientes con infarto, hemorragia cerebral, o con trauma craneoencefálico, ya que permite el cálculo de presión intracraneal sin colocar catéter o agujas dentro del cerebro.
- Polisomnografía: combinamos técnicas de registro periférico (electromiografía de superficie, temperatura de la piel, saturación de oxígeno, frecuencia cardíaca y frecuencia respiratoria), con la actividad eléctrica de la corteza cerebral, para diagnosticar apnea obstructiva del sueño, crisis epilépticas nocturnas, y en estudios hechos durante el día nos permite identificar pacientes con somnolencia diurna o narcolepsia.
La experiencia de nuestros especialistas y la tecnología de última generación se unen para diagnosticarte, proponerte el mejor tratamiento, y acompañarte en todo momento. Con nosotros vas a sentirte mejor.
Encuentra con nosotros procedimientos para diagnóstico y tratamiento de padecimientos neurológicos. Nuestros especialistas se actualizan constantemente para ofrecerte lo mejor del mundo de la medicina, sin que tengas que ir más lejos. Todo en el mismo lugar.
- Mapeo cerebral: este estudio permite identificar las áreas funcionales y no funcionales del cerebro, previa evaluación del paciente, para remover total o parcialmente un tumor, buscando siempre nula o mínima afectación funcional.
Durante el procedimiento el paciente está despierto, y por medio de una craneotomía se ubica, con ayuda de un navegador, el área a trabajar.
- Tomógrafo de doble fuente: con aplicaciones para uso de doble energía, podemos realizar estudios de cardiología avanzada, ver pequeños depósitos de ácido úrico en articulaciones (gota), definición de tendones y articulaciones, evaluación del nódulo pulmonar, conocer la composición química de cálculos renales y la diferenciación entre la hemorragia cerebral aguda y sub aguda, entre otras aplicaciones.
Este equipo permite reducir significativamente la radiación en pacientes pediátricos y órganos sensibles como mamas, gónadas, ojos y tiroides, los cuales son detectados de manera automática por el equipo.
- Resonancia magnética: nuestro equipo permite una confiable estabilidad del campo magnético y la disponibilidad de hasta cuarenta y ocho canales, además de disminuir considerablemente el tiempo de los estudios y brindar mayor versatilidad en las aplicaciones y mejor calidad en imágenes.
Un túnel de mayor diámetro y longitud permite mayor comodidad en nuestros pacientes, y su camilla asegura estudios precisos para pacientes de talla grande para realizar estudios sofisticados en neurología, cardiología vascular, abdomen, oncología, músculo esquelético, próstata y mama.
Los Trastornos del Espectro Autista (TEA) son una gama de alteraciones del neurodesarrollo, caracterizadas por impedimentos sociales, dificultades en la comunicación, y patrones de conducta estereotípicos, restringidos y repetitivos.
Los TEA no siempre son fáciles de identificar. Las personas a cargo del niño generalmente son las primeras en notar los síntomas: si el pequeño manifiesta indiferencia a las personas, retraimiento, falta de empatía, si no balbucea, o no reacciona al ambiente, y muestra poco o nulo contacto visual es importante contactar a tu médico.
No se sabe con precisión qué ocasiona esta condición. Existen factores, tanto genéticos como ambientales, que pueden contribuir al desarrollo de un TEA.
Aunque no existe una cura para los TEA, en muchos pacientes los síntomas mejoran con el tratamiento y la edad. Generalmente necesitan apoyo a lo largo de su vida, pero muchos son capaces de trabajar exitosamente y vivir independientemente o dentro de un ambiente con apoyo.
La mayoría de los médicos están de acuerdo con que cuanto antes sea el diagnóstico, las probabilidades de mejorar la calidad de vida son mayores.
Los tratamientos se realizan básicamente con terapias para desarrollar habilidades sociales y lenguaje, y otras para manejo de síntomas particulares, además de medicamentos para síntomas específicos relacionados.
En pacientes con epilepsia, estas señales producen cambios en la atención o el comportamiento, por ejemplo espasmos musculares conocidos como crisis epilépticas, y deben atenderse lo antes posible.
La epilepsia es un padecimiento cerebral crónico que puede manifestarse a través de movimientos bruscos llamados convulsiones.
Las crisis epilépticas pueden ser parciales (no necesariamente se pierde la conciencia) o generalizadas (desde el principio de la crisis hay pérdida de la conciencia).
En el cincuenta por ciento de los casos, el origen de la epilepsia es desconocido, aunque puede ser ocasionada por:
- Herencia
- Asfixia al momento del nacimiento
- Infecciones cerebrales (absceso cerebral, meningitis, encefalitis)
- Traumatismo craneal
- Enfermedad vascular cerebral (embolia o trombosis)
- Tumores cerebrales
- Malformaciones cerebrales congénitas
- Accidentes cerebro vasculares.
Las personas que padecen epilepsia pueden decir que previo al ataque sintieron una especie de hormigueo, percibieron un olor que no existe, o cambios emocionales. Depende del tipo de crisis que presente el paciente son los síntomas que manifestará.
El diagnóstico de la epilepsia es clínico: la experiencia del médico al ver los síntomas e historia clínica del paciente determina si se trata de un caso de epilepsia. Puede apoyarse en algunas herramientas como un electroencefalograma, una Tomografía Axial Computarizada (TAC), una resonancia magnética craneal, o un electroencefalograma que detecte la actividad eléctrica de las neuronas y si anormalidad en la misma.
El tratamiento para la epilepsia puede consistir en medicamentos anticonvulsivos, cirugía si el paciente no responde a fármacos, o estimulación vagal en ciertos casos. Es importante señalar que si una paciente recibe tratamiento con fármacos y busca un embarazo, deberá informarlo al médico, para ajustar la dosis.
Una persona con epilepsia puede tener una buena calidad de vida y vivir de manera totalmente normal. Las crisis pueden incluso disminuir o desaparecer con los medicamentos adecuados, aunque es necesario seguir el tratamiento, de lo contrario, puede llevar a un deterioro neurológico.
También es importante evitar desvelarse, consumir estimulantes (alcohol, cafeína), así como exponerse a estímulos sonoros o luminosos intensos.
- Deja que la cabeza de la persona repose en el piso
- Coloca a la persona de lado para evitar ahogamiento
- Si la crisis dura más de cinco minutos (o más de lo que han durado otros episodios), o si ocurren ataques repetitivos, uno tras otro, llama a Urgencias.
- El paciente debe llevar siempre consigo información del padecimiento, así quienes estén cerca sabrán cómo actuar en caso de crisis.
Es recomendable no realizar actividades que impliquen riesgos mayores, como manejar alguna maquinaria, subir a lugares alto, o nadar, si los episodios no están controlados.
La Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) es una enfermedad degenerativa y progresiva de las motoneuronas responsables del control de los músculos voluntarios que comúnmente se confunde con otros padecimientos. Nunca afecta las funciones cognitivas ni los sentidos, pero en sus fases avanzadas causa atrofia muscular grave y afecta la deglución, habla y respiración, por lo que es fatal si no se atiende adecuadamente.
La esclerosis múltiple ocasiona el desgaste de la mielina, sustancia que recubre las neuronas y los nervios, dañando o interrumpiendo así la transmisión de mensajes entre ellas, como sucede en un cortocircuito.
En el cuerpo de la persona afectada con esclerosis múltiple empiezan a alterarse funciones motrices, visuales, o cualquier otra relacionada con el sistema nervioso central.
Los síntomas pueden variar de acuerdo con el área afectada por la esclerosis:
- Uno de los primeros síntomas puede ser el hormigueo
- Disminución de la sensibilidad
- Debilidad
- Fatiga
- Alteraciones en la visión (puede volverse borrosa).
- Pueden presentarse también mareos, temblores, falta de coordinación, problemas visuales e inestabilidad en la postura.
Los pacientes pueden pasar un tiempo sin síntomas, y de pronto tener una recaída, que puede incluir incontinencia urinaria, deterioro cognitivo, intolerancia al calor y depresión.
No está claro qué provoca la enfermedad, aunque parece que en estos pacientes el sistema inmunológico ataca a la mielina, ya sea por alguna alteración genética, virus, o bacterias que contribuyen a dicho ataque.
Afecta más a las mujeres que a los hombres, y aunque puede ocurrir a cualquier edad, es más probable entre los 20 y los 40 años. Existe cierta predisposición genética, pero estos factores no causan la enfermedad por sí mismos.
El proceso de diagnosticar a un paciente con esclerosis múltiple puede ser largo, e incluso el propio paciente podría pensar que lo que siente está en su imaginación. Sin embargo, es mejor acudir a un especialista en neurología para platicar acerca de lo que le ocurre.
La observación del paciente por parte de un neurólogo con experiencia en la enfermedad ayuda mucho a tener mayor certeza de su existencia, usando datos clínicos, apoyados en estudios de laboratorio e imagen:
- Resonancia magnética
- Punción lumbar, para saber si existe inflamación del sistema nervioso
- Potenciales visuales, auditivos y somatosensoriales, para medir los tiempos de respuesta del paciente a determinados estímulos
Aunque la esclerosis múltiple no puede curarse, existen tratamientos para atender al paciente en las temporadas que los síntomas se presenten, y cuando estos desaparecen temporalmente, se busca frenar el avance del padecimiento.
Generalmente utilizamos antiinflamatorios y moduladores del sistema inmunitario, importantes para evitar recaídas futuras, aún y cuando no se presenten síntomas al momento de administrarlos.
Es importante iniciar un tratamiento tan pronto se confirme el padecimiento. Los pacientes con esclerosis múltiple pueden tener una excelente calidad de vida si son atendidos oportunamente por un especialista con experiencia.