ARTÍCULO Los primeros cuidados del bebé prematuro
Los primeros cuidados del bebé prematuro
por Paula Treviño
La llegada de un bebé siempre es un momento único y especial.
Pero cuando el nacimiento se adelanta, ese instante puede llenarse de emociones intensas y de una profunda necesidad de saber qué sigue.
Un parto anticipado cambia por completo el ritmo de los cuidados y las necesidades del recién nacido, exigiendo mayor atención, precisión y un acompañamiento cercano desde el inicio.
Por ello, en este artículo te explicaremos lo esencial para el desarrollo integral de los bebés prematuros: desde las razones que pueden adelantar su llegada, hasta las condiciones necesarias para que puedas llevarlo a casa con seguridad.
¿Por qué ocurre un nacimiento anticipado?
Según el Dr. Roberto Hernández Niño, especialista en pediatría y neonatología, la mayoría de los partos prematuros están relacionados con la salud de la madre durante el embarazo.
Entre las principales causas se encuentran las infecciones, especialmente las del tracto urinario, que pueden provocar la ruptura de membranas, también conocida como pérdida de líquido amniótico.
“Cuando estas infecciones no se tratan a tiempo, pueden ascender al útero y desencadenar la ruptura de membranas, y con ello el parto anticipado”, explicó el especialista.
Asimismo, destacó que se considera prematuro a todo niño que nace antes de la semana 37, aunque en casos extremos, puede ocurrir desde la semana 24.
Inmadurez del órgano prematuro
De acuerdo con el Dr. Hernández, los bebés que nacen antes de tiempo enfrentan el desafío de tener órganos aún “inmaduros”.
“Esto significa que su cuerpo no está completamente preparado para cumplir funciones vitales fuera del útero, por lo que requieren cuidados especializados desde el primer momento”, señaló.
Los pulmones, por ejemplo, no siempre están listos para respirar y para favorecer su maduración, el especialista explicó que se cuenta con herramientas muy efectivas.
“Actualmente existen los esteroides prenatales, que se inyectan a la mamá y ayudan a acelerar la madurez pulmonar del bebé”, señaló.
Además, se utilizan técnicas menos invasivas para mantener los pulmones expandidos, como la Presión Positiva Continua en las Vías Respiratorias (CPAP por sus siglas en inglés).
“Este método permite que el recién nacido reciba apoyo respiratorio sin necesidad de intubación prolongada, lo cual representa un avance importante en la atención del prematuro”, dijo el doctor.
Asimismo, el especialista añadió que no solo los pulmones requieren atención, sino que otros órganos vitales, como el cerebro y los ojos, también demandan cuidados específicos.
“Los ojos del bebé prematuro son especialmente sensibles al oxígeno, por lo que debemos manejarlos con mucha cautela”, explicó.
¿Y qué pasa con la alimentación?
Una de las dudas más frecuentes entre los padres y cuidadores de bebés prematuros, señaló el doctor, es cómo alimentarlo, ya que su sistema digestivo aún no está completamente desarrollado.
A pesar de esta “inmadurez”, hoy existen recursos muy precisos que permiten asegurar que reciba los nutrientes necesarios desde el primer día.
“El primero y más importante es la leche materna. Siempre será el recurso más valioso que podemos ofrecer para la nutrición del prematuro, siempre y cuando el intestino se encuentre bien”, expresó.
Sin embargo, cuando el bebé aún no puede recibir leche por la boca o sus condiciones no permiten administrarla de inmediato, se recurre a catéteres especiales para garantizar su alimentación.
“Estos catéteres se colocan en una vena central y permiten suministrar una nutrición diseñada específicamente para él, tomando en cuenta factores como edad gestacional y peso”, destacó el especialista.
El objetivo de esta nutrición intravenosa añadió, es imitar lo más posible la función del cordón umbilical, proporcionando al bebé los nutrientes necesarios mientras su intestino termina de madurar.
Importante: De acuerdo con el especialista, diversos estudios señalan que el contacto piel con piel entre la madre y el recién nacido favorece la estabilidad de sus signos vitales y, al mismo tiempo, estimula la producción de leche materna. Incluso cuando el bebé requiere catéteres u otros dispositivos médicos, colocarlo sobre el pecho materno contribuye a su bienestar.
Antes de llevarlo a casa
El Dr. Roberto Hernández destacó que, antes de trasladar a un bebé prematuro a casa, existen ciertas condiciones que se deben cumplir para garantizar su seguridad.
Entre las más importantes se encuentran:
- Peso adecuado: generalmente se espera que el bebé pese al menos 1.8 kg antes del alta.
- Edad gestacional corregida: el bebé debe tener más de 34 semanas de edad gestacional corregida, lo que indica un desarrollo suficiente para enfrentar la vida fuera del hospital.
- Control de la temperatura corporal: es fundamental que el recién nacido pueda mantener su temperatura entre 36.5 y 37 °C sin depender de una incubadora.
Además de cumplir con estas condiciones, es esencial que los padres reciban capacitación en los cuidados de su hijo prematuro.
“Aprender técnicas de reanimación cardiopulmonar (RCP) es una de ellas, pues el prematuro puede presentar pausas respiratorias en casa y es vital saber cómo actuar”, señaló.
El especialista también destacó la importancia de enseñar a los padres cómo bañar, alimentar y cambiar al bebé, así como manejar otros cuidados esenciales según sus necesidades específicas.
En palabras del Dr. Hernández: “Dar de alta a un prematuro no se trata de días, sino de condiciones”.
El Dr. Hernández enfatizó que el alta del hospital marca el inicio de un camino importante para el bebé prematuro y su familia.
Los padres deben enfocar su energía en estimular al bebé, fomentando su desarrollo y ayudando a maximizar su potencial.
Asimismo, señaló la importancia de acudir a revisiones médicas periódicas, ya que los bebés prematuros suelen requerir seguimiento con diferentes especialistas, según sus necesidades.
“Nacer prematuro no significa que habrá problemas a largo plazo. Muchos niños que llegan al mundo antes de tiempo se desarrollan con normalidad”.
“La clave está en la atención médica adecuada, la estimulación constante y la confianza de los padres en el proceso”, dijo el Dr. Roberto Hernández Niño.
Dr. Roberto Hernández Niño

El Dr. Roberto Hernández Niño es especialista en Pediatría con subespecialidad en Neonatología y cuenta con más de 30 años de experiencia en la atención de recién nacidos y niños.
Realizó sus estudios de Medicina y Pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Como parte de su formación, llevó a cabo rotaciones en Terapia Intensiva Neonatal y Pediátrica en el Hospital San José, así como en el Jackson Memorial Hospital de Miami.
Su práctica médica abarca áreas como la neonatología, la pediatría extrahospitalaria, la medicina crítica pediátrica, la nutrición infantil y la pediatría del desarrollo, lo que le permite ofrecer una atención integral a sus pacientes.
Actualmente, atiende a sus pacientes en el Centro Médico del Hospital San José, en el consultorio 605. Para agendar una cita, puedes comunicarte al teléfono 81.8348.5024.